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Foto del escritorPaz En Construcción

Paz En Construcción En El Centro De Internamiento Educativo Para Menores Infractores “Valle Tabares”


Consideraciones y reflexiones sobre la exposición fotográfica de Alberto Hugo Rojas - "Paz En Construcción", de los/las jóvenes del Ciemi "Valle Tabares".

Alessandro Sandrin - Educador Social Ciemi "Valle Tabares".

He intentado como educador social, realizar un resumen de las reflexiones recibidas de varios chicos y chicas del Ciemi "Valle Tabares" después de atender la visita y admirar el trabajo de Alberto Hugo Rojas, reportero gráfico en zonas de guerras y emergencia humanitaria ( Siria, Palestina, Lesbos, etc. etc.) desde el 2002.

Una demostración palpable del interés de nuestros jóvenes por conocer lo que ocurre más allá de sus fronteras físicas y emocionales. La fotografía tiene el don de conmover. Nos sorprendió la capacidad de las fotografías de Alberto para impactar, provocar preguntas, indignar y emocionar a adolescentes actuales. Fotografías de los campos prófugos en Lesbos como en la Franja de Gaza (Territorios ocupados), la cruel Guerra en Kurdistán, en Siria, donde la muerte entre la población civil ha llegado a niveles insospechados. Sólo un ejemplo del peligro que entraña vivir el día a día en un país en guerra.

Ha sido una exposición muy sobrecogedora. Todas las fotos eran impactantes, aunque las de Siria se llevan la palma. Las imágenes de niñas y niños víctimas del odio, han sido las más emotivas de la exposición, ayudándonos a comprender lo que es estar "bajo tiros" años tras años o sufrir la constante barbarie de la guerra. Ha llamado la atención el ansia de vida, el espíritu de supervivencia de estas personas, a pesar de verse envueltas en las peores situaciones; las historias que hay detrás de las fotos, que contrastan con la maldad y el deseo de destrucción que imbuye al ser humano.

Hay que concienciar a la gente. Estos combates, estas atrocidades, siguen pasando en pleno siglo XXI. ¿Cómo puede una especie odiarse tanto a sí misma? ¿Acaso es el destino del hombre matar a su hermano? Para nosotros, ésta es la importancia de los reportajes de guerra, y de visita como la de Alberto Hugo Rojas: estimular reflexiones, debates y favoreciendo la cultura de la Paz y de la no violencia.

Gracias a estos intrépidos periodistas, fotógrafos y cámaras, el mundo sabe. Estas exposiciones hacen pensar a la gente, difunden una preocupación a la que debemos darle más importancia. Tal vez, arriesgando su vida, estén consiguiendo salvar la de muchas otras personas. La labor de estos héroes con nombres y a veces anónimos es denunciar ante el mundo las injusticias que se cometen. Gracias a ellos no quedarán impunes, y quizás en un futuro todos sepamos vivir mejor. Nos hemos sentido como si estuviésemos en el lugar de la foto. Todos los rostros fotografiados muestran el dolor y el miedo que se siente en una guerra.

Con esas fotos se demuestra que en una guerra la muerte es algo normal que se ve allí donde vayas y que deja de sorprenderte. Los reporteros de guerra tienen un papel fundamental ya que son capaces de concienciar al resto de la población de lo que realmente es una guerra. Fotografían y exponen sus imágenes con la intención de hacer ver a la gente la realidad de las guerras y todas sus consecuencias. Con sus imágenes nos ayudan a ponernos en su lugar y ver el sufrimiento de todos ellos que han vivido o están viviendo una guerra. Aunque alguna de las fotografías sea muy dura, nos ha parecido una exposición muy interesante ya que cada una de sus imágenes tiene un mensaje muy directo. Todas las guerras tienen malas consecuencias, por esta razón no debería haber guerras en ningún lugar del mundo.

Todas ellas se llevan las vidas de muchísimas personas. En mi opinión creo que hemos aprendido muchas cosas sobre lo que puede llegar ser una guerra para la población, que es la que en realidad la sufre. Las fotografías de Alberto son realmente magnificas e incluso pueden provocarte llorar debido al impacto visual que conllevan. La población con estas exposiciones tiene que tomar conciencia y ponerse en el lugar de esa población que sufre tanto y hacer todo lo que esté en nuestras manos para poder pararlas.

Pensamos que los reporteros de guerra que están detrás de fotografías como estas, tienen muchísimo mérito, ya que vemos las reacciones de la gente a causa de la guerra y todo lo ocurrido, de manera que todo el mundo puede enterarse de lo que pasa. Aun así, sigue habiendo muchas personas que al parecer, no quieren reconocer lo que pasa, es decir, saben lo que ocurre alrededor de todo el mundo: las catástrofes, guerras… pero no quieren meterse en esos temas. Simplemente piensan que todo lo que ocurre que sea ajeno a ellos, no es importante o relevante. Pero según nuestra opinión, no creemos que estén en lo cierto.

Día a día, vemos en las noticias cómo personas mueren a causa de estas guerras, muchas de estas cosas ni siquiera ocurren por su culpa. Miles de personas mueren por haber nacido en un país con una cultura o religión diferente, que son atacados por otras personas de otro país distinto. Y estas diferencias entre países son las que causan las grandes guerras generalmente. Por lo que todos deberíamos de aprender a respetar a los demás. Pero esto no es tan fácil como parece, por lo que habrá que intentar lograrlo poco a poco.

También habría que tener en cuenta que los reporteros de guerra se juegan la vida todos los días, por lo que debe de gustarles su trabajo mucho y sentir pasión por él. Al igual que a las personas a las que fotografían, a ellos también podría caerles una bomba o podrían dispararles aunque fuera sin ninguna razón. Y esta es la causa por la que muchos de ellos mueren ejerciendo su trabajo. Por eso mismo, pienso que su trabajo es importante, y debería de ser valorado mucho más, ya que básicamente se juegan la vida para que los demás podamos ver lo que ocurre. Todas las fotografías sobre guerras que vemos en el periódico, o en la televisión, son tomadas por ellos. Así que deberíamos de darles más importancia y pensar que detrás de una foto hay una persona que la ha hecho, y que muchas veces se ha arriesgado para conseguirla.

Después de ver la exposición de Alberto, en la que hemos podido ver gran multitud de sucesos que ocurrieron no hace tanto como nosotros creemos, nos damos cuenta de que hace apenas 5 años (aproximadamente) pasaron cosas que mucha gente, que vive en los países desarrollados en el siglo XXI, no piensan que puedan ocurrir en la actualidad. Pero es todo lo contrario: si encendemos aunque sea un rato la televisión, podemos ver lo que nos rodea, las catástrofes que ocurren diariamente y de esta forma darnos cuenta que es real y que nadie estamos completamente a salvo, como algunos creen.

Creo que es una de las visitas al centro que han merecido la pena, muestra realidad, sufrimiento y, de alguna manera, esperanza. Muestra la realidad del hombre, demostrando que el peor enemigo del hombre es el propio hombre, viendo el sufrimiento que el pueblo pasa por culpa de la avaricia de unos pocos. En muchos momentos de la exposición me imagine en una casa prácticamente derruida, a oscuras, escuchando esos sonidos aterradores que me envolvían en una terrible incertidumbre; no podía sopórtalo y la verdad es que lo más triste es que seguramente alguien como yo o como usted puede estar escuchando algo así encima suyo.

Esta exposición nos impactó muchísimo. Todo el mundo conoce las desgracias de la guerra, los terribles asesinatos, genocidios, violaciones, manipulaciones, torturas, sufrimiento, muerte… pero no todos la experimentamos, por suerte; y la verdad es que impacta e incluso afecta ver cada detalle y momento de la guerra, lo que puede hacer una pistola, en lo que se puede convertir un niño, lo que le pueden hacer a una niña, cada expresión, cada comento de incertidumbre, el deseo de la supervivencia, el anhelo de algo para protegerse… Es una autentica desgracia que muchos paguen por ciertos actos, hechos, realidades y consecuencias de otros.

Me considero como una especie de principiante en fotografía y la verdad es que cuando vi esta exposición, miles de preguntas me invadieron en mi cabeza, ¿sería capaz de ser una reportera de guerra? ¿sería capaz de fotografiar tal sufrimiento? ¿sería inmune a la muerte? ¿podría esquivar una bala? ¿qué pasaría si tuviera que defenderme con un arma, lo haría? ¿sería capaz de informar y soportar?… Lo increíble de esto es que aún no tengo respuesta para ninguna de estas preguntas y lo peor es que no creo que la encuentre. Esto me lleva a plantearme la importancia de los reporteros de guerras; sin duda su importancia es incalificable puesto que nos dan frías realidades de lo que los gobiernos… nos quieren hacer ignorantes por conveniencia. Alguien que no piensa o no conoce es muchísimo más fácil de controlar que alguien que es consciente de la realidad.

A pesar de ser muy sensible y que esta muestra del magnífico trabajo de Alberto me ha hecho entristecerme, más que sensibilidad me ha producido terror al mirar lo que podemos provocar los seres humanos a otros de nuestra especie por nacionalismos, religiones, etc. Sin duda muchas fotografías me han emocionado, nos impacta como las generaciones de jóvenes de nuestra época no han tenido la oportunidad de crecer, de educarse, de sacar su país adelante. Las fotografías de los refugiados nos llamaron mucho la atención ya que la expresividad recogida en las fotos de este artista hacen que se te ponga la piel de gallina porque pones cara a las personas que sufren.

Las fotos en las que mostraba un rastro de esperanza para todos nos parecieron espectaculares, suelo abogar por la paz aunque suene muy utópico. Confiamos lo suficiente en la especie humana a pesar de estos desastres, y creo que llegará un momento en el que nos daremos cuenta de lo importante del respeto y de la necesidad de convivir ya que el mundo es nuestro, de todos.


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