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El Proyecto Paz en Construcción, en el que el IES Arucas Domingo Rivero ha participado durante tres cursos consecutivos, es parte ya del Proyecto Educativo de Centro, fomentando a través del mismo valores fundamentales en nuestros principios educativos.
 

Con Paz en Construcción, a lo largo de este tiempo tanto el alumnado (353 alumnos/as) como el los 18 profesores y profesoras implicados hemos trabajado creyendo firmemente en la creación de una sociedad cada vez más justa, defendiendo principios de solidaridad, igualdad, los derechos de la infancia, la mujer, los inmigantes y los refugiados.

Este proyecto ha permitido sensibilizar al alumnado ante la realidad que en la actualidad se está produciendo en los conflictos bélicos de Irak, Palestina -Israel y Siria, incidiendo en cómo quedan afectados los derechos humanos de las personas que los viven. Valoramos de manera muy positiva la propuesta por parte de la Consejería de Educación de este tipo de Proyectos que contribuyen en definitiva a la creación de mejores personas y una sociedad más justa.

La comunidad educativa del IES Arucas Domingo RiveroCurso 17-18

El Proyecto Paz en Construcción supuso para nuestro alumnado y profesorado una experiencia única. Vivimos de cerca la realidad de los refugiados a través de las fotos de Alberto Hugo Rojas.

Un grupo de alumnas de 5º y 6º de Primaria del CEIP César Manrique de Gran Canaria, se involucraron a fondo con el proyecto y no dudaron en llamar y hablar con Alberto para conocerle mejor. Elaboraron su biografía, prepararon una entrevista para la Radio Escolar, montaron un mural con las fotos y su relación con los Derechos Humanos que se vulneran en cada una de ellas y, finalmente, decidieron que querían rebelarse y hacer reaccionar a la gente ante tanta barbarie y grabaron un vídeo “para que las cosas cambien”.

Alberto vino al centro y habló largo y tendido sobre lo que él hace, que no es poco. Cuando él habla te lleva allí donde está el conflicto, dónde sufren niños, niñas, madres, familias...Te hace partícipe de su experiencia, te explica el cómo, el por qué y el cuándo de sus fotos; y entonces los que escuchan; los que escuchamos; empezamos a sentir rabia, tristeza, empatía, rebeldía.... Nadie se queda indiferente, y eso es lo que hace falta; que el alumnado y el profesorado se cuestione las cosas, se rebele ante lo injusto, sean solidarios, peleen por la defensa de sus derechos.

Como dijo Eduardo Galeano “Mucha gente pequeña en lugares pequeños haciendo cosas pequeñas puede cambiar el mundo”, así que, empecemos ya.

Paz En Construcción en mi cole

Traer el proyecto Paz En Construcción en mi cole me atraía pero siempre con el miedo de qué iba a pasar en las cabecitas al tratar el tema tan duro de la guerra. Trabajo en un CEO, es decir que recibimos niñas y niños desde los 3 años hasta los 16 años.

La primera vez que encontré a Alberto Hugo Rojas le hice ver mi duda y me comentó su experiencia en infantil en otros centros de Canarias. Me quedé más tranquila y planteé el proyecto a mis compañeras y compañeros. Algunos enseguida ven la importancia de anclar nuestra educación en la realidad del mundo en el que vivimos y es con estos que empezamos el grupo de trabajo. Compartimos posibles líneas de trabajo: reflexión sobre las imágenes, investigación sobre la crisis de los refugiados... en realidad salimos de la rutina, de la zona de confort que representa el día a día con el libro de texto o la programación preestablecida y empezamos a arriesgarnos a pensar, pensar sobre nuestro mundo, sus dirigentes... enseñamos lo más importante: el pensamiento crítico.

De las fotos de Alberto, se desprende cariño por las personas fotografiadas, la violencia de la situación a través de sus ojos nos lleva a una empatía hacia personas desconocidas que en realidad vemos todos los días en las noticias como fantasmas que nos apresuramos olvidar.

De esta toma de consciencia salieron productos muy bonitos: murales sobre telas, cartas para los niños de los campos de refugiados, cartas a los dirigentes políticos de nuestro país, a la ONU, una exposición con un montaje estético interpretativo de cada foto. En fin, cuando llegó Alberto a nuestro centro, todo el mundo sabía de lo que íbamos a hablar, pudimos grabar nuestro primer podcast.

Trabajamos las competencias fundamentales que es la lingüística con la expresión, la comprensión y la social y ciudadana por supuesto. Fue un día muy diferente en nuestro colegio en el cual todas y todos pudieron encontrar a Alberto y su trabajo. Este día no salimos igual del colegio, hicimos un paso hacia un mundo mejor.

Una fotografía de una llave de hotel, un café sobre una mesa. Así son mis primeros recuerdos de conversaciones con Alberto Hugo Rojas desde Palestina. Estaba realmente impresionada. Y dolía leer sus palabras. De esto hace ya tres años. Y dede entonces ha crecido mi admiración hacia su trabajo y persona y mi amistad. Aunque Gaza son también las miles de hermosas sonrisas que Alberto sabía sacar de un pueblo masacrado pero con dignidad intacta. La sonrisa de la resistencia. 

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También nos enseñó la sonrisa de las mujeres. Y lo que es más impactante: "El grito de las mujeres” y estremecernos con la lucha de las YPJ, las milicias de autodefensa Kurdas en lucha contra el Estado Islámico, una convivencia de la que transmitió los testimonios e imágenes de unas mujeres excepcionales que luchaban no solo por su seguridad sino por los derechos de todas las mujeres del mundo. Y la foto viral de este foto-reportero humano, de la muerte de Asia Ramazan Antar, que falleció con 19 años en un atentado del EI

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La “Revolución de la Mujer”

De Alberto aprendí a mirar a los ojos a los refugiados, a niños y niñas, a esas mujeres en campos de refugiados. Desde Grecia a Calais. A esos hombres pasando frío, o intentando cruzar fronteras con sus hijos a cuestas, o en sillas de ruedas. También ha sido el grito de los 10.000 niños migrantes desaparecidos en Europa.

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El número de migrantes crece a un ritmo más rápido que el de la población mundial, el mayor después de la segunda guerra mundial, y en 2015 ascendió a más de 244 millones. Sin embargo, hay aproximadamente 65 millones de personas desplazadas por la fuerza, de las cuales más de 21 millones son refugiados. En el Documento de Nueva York los estados miembros se reafirman en la Declaración Universal de Derechos Humanos y recalcan que los refugiados y los migrantes tienen los mismos derechos humanos universales y libertades fundamentales. Además se comprometen a luchar con todos los medios al alcance contra los abusos y la explotación que sufre el incontable número de refugiados y migrantes que se encuentran en situación vulnerable, además de compartir la responsabilidad de gestionar los grandes desplazamientos de manera humana, respetuosa, compasiva y centrada en las personas. Y condenar  enérgicamente los actos y las manifestaciones de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia contra los refugiados y los migrantes, así como los estereotipos que se les suelen aplicar, especialmente los basados en la religión o las creencias. La lucha contra la trata de personas, el tráfico de migrantes y las formas contemporáneas de esclavitud. No podemos obviar que los más vulnerables son los niños y niñas, víctimas que se han duplicado desde 2004. Pero vemos lo que ratifican acuerdos son los mismos que los incumplen.

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Tuve la suerte de poder hacer un artículo sobre su labor en “Paz en Construcción” en Nueva Revolución donde me contó que "Los niños tienen que crecer de la mano de los derechos humanos. Esos son los verdaderos valores.” O que “La educación es la gran víctima en las guerras cuando es la solución a los conflictos.” Y ante esta realidad: Paz En Construcción, surge como un faro de esperanza. Año tras año sin desfallecer sembrando la semilla en los niños, porque son ellos, los que construyen el presente y harán de este presente un futuro mucho más digno.

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Gracias Alberto por tu labor inconmensurable.